Best seller

¿Cuándo hablamos de best seller?

Vayamos directos al grano: un best seller (término que se utiliza originariamente en el ámbito de la literatura aunque ahora se haya extendido a otras disciplinas) es un libro que ha tenido un gran éxito de ventas.

Pero ¿de cuántas ventas estamos hablando para formar parte de esta prestigiosa categoría? Pues aunque todo el mundo piensa que tiene que ver con el número de ediciones que tiene el libro, ese dato no es el que lo determina. Y, por ese motivo, vamos a comenzar explicándote qué es una edición y por qué no influye en que un libro sea considerado un best seller literario.

¿Qué es la edición en el mundo editorial?

Una edición hace referencia al número total de ejemplares que una editorial imprime, encuaderna y deja listos para ser distribuidos y vendidos de una sola vez, en un misma tirada. Lo que ocurre es que no todas las editoriales tienen ediciones con el mismo número de ejemplares.

Una editorial independiente puede realizar tiradas pequeñas, que van desde los 100 ejemplares a los 1.000 en algunos casos. Sin embargo, una editorial grande, y en función del escritor del que se trate, puede partir ya de grandes ediciones que van desde los 5.000 ejemplares a los 100.000.

Obviamente, las grandes editoriales tienen entre sus filas a escritores más reconocidos y prestigiosos que son una garantía de ventas, por lo que arriesgan con ediciones más altas, que además abaratan los costes de producción y edición. A su vez, las ventas de estos grandes escritores son incentivadas por campañas promocionales que las propias editoriales llevan a cabo cuando lanzan ciertas obras.

Por lo tanto, el dato de la edición es importante, porque permite hacernos una idea del éxito de un libro, pero como no contienen un número estandarizado de ejemplares, lo que realmente determina qué es un best seller es el número total de ejemplares vendidos. Y para que un libro sea considerado así debe superar los 25.000 ejemplares y siempre valorando los mercados en los que está a la venta.

Otra métrica que se valora mucho hoy en día es la métrica Amazon Best Seller Rank que afirma que un best seller es aquel libro que ha conseguido vender 130 ejemplares en una hora dentro el mercado internacional.

Además, desde el Grupo Planeta aseguran que, para ellos, un best seller debe ser un libro que trasciende a su género y a un tipo de lector, dando lugar a una comunidad que conecta a distintos lectores que pasan a convertirse en seguidores del autor.

¿Y qué es un long seller?

Es casi imposible que un autor novel o desconocido forme parte de esta selectiva categoría relegada a autores que son capaces de sostener la venta de sus libros de manera continuada en el tiempo.

Para ello, además de grandes campañas promocionales es necesario contar con un respaldo por parte del público, de ahí que hoy la categoría de long seller la ostenten clásicos de la literatura actual como Ken Follet o J.K. Rowling y la saga Harry Potter. Estos autores han conseguido que la venta de sus libros se mantenga de forma sostenida en el tiempo, dando lugar a auténticos fenómenos de ventas literarias.

¿En qué reside el éxito de un best seller?

Para escribir un best seller no existe una fórmula mágica pero sí es importante tener en cuenta algunos aspectos. Hay que conocer las tendencias del mercado, saber qué es lo que se publica y para qué tipo de público.

Siempre hay unos géneros narrativos que triunfan más que otros como es la novela de ciencia ficción, la novela negra y de misterio, la novela histórica y, en los últimos años, las biografías. Además, según los datos de la Federación de Gremios de Editores de España, el perfil del gran lector de nuestro país toma forma en una mujer urbana, con estudios universitarios y mayor de 55 años. Un retrato robot que tienen en cuenta las editoriales para crear best sellers.

Por este motivo, un best seller es considerado por muchos como una especie canción del verano, un producto prefabricado que está minuciosamente pensado para conseguir lo que se propone: ser un superventas. De la misma forma que hay cierto “desprecio” hacia la música más comercial, con algunos best sellers pasa algo parecido al considerarse que no tienen una buena calidad literaria, solo una fórmula fácil para vender libros y enganchar a los lectores.

 

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